Esta plaza situada sobre 1.200 metros cuadrados de superficie, comienza donde termina la calle de San Agustín, justo al lado de la vivienda número 56, propiedad de doña María del Carmen Rodríguez Rivero, que fue heredada de su familia y que data de 1890. Uno de los valores de esta casa señorial es su patio central con una fuente y dos camelias centenarias, una de flores rojas y otras blancas, que son las más altas y más antiguas de la Ciudad, como consecuencia de las características del clima lagunero, de inviernos húmedos y veranos suaves. La plaza termina en su encuentro con el callejón de Belén y la avenida de San Diego.
Desde 1903 y con motivo de los sucesos ocurridos en España en 1808, por la invasión de los franceses, pasó a denominarse Plaza de la Junta Suprema de Canarias, anteriormente se le conocía como la plaza del Juego de los Bolos, porque allí se practicaba este deporte-juego, según nos cuenta Rodríguez Moure. También se le llamaba popularmente como “plaza de las flores” por sus hermosos y coloridos jardines. Se mantienen en sus parterres actuales el viejo drago, la araucaria, palmeras y otras plantas ornamentales.
LA PIEDRA DE LOS VALIENTES
En esta plaza existió hasta el siglo XX la piedra de los valientes, hermoso bloque de basalto donde los comedores de gofio acreditaban la fuerza de sus músculos. (R. Moure).
El Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad de La Laguna, en el primer centenario de la guerra de la independencia, dedicó y colocó en la plaza, una lápida a la lealtad heroica del Archipiélago y al patriotismo de los ínclitos varones que, asumiendo todos los poderes insulares, enaltecieron el nombre de Canarias. Esta lápida nos recuerda que el 11 de julio de 1808, ocupada la España peninsular por las tropas francesas, se constituyó bajo la presidencia de don Alonso de Nava y Grimón, en San Cristóbal de La Laguna, la Junta Suprema de Canarias, que regiría el destino del Archipiélago Canario hasta que se expulsara al ejército invasor. Constituyeron esta Junta todos los cabildos insulares, con la excepción del de Gran Canaria que, asumiendo los destinos del Archipiélago Canario, tomó el acuerdo de cesar al entonces Capitán General Fernando de Cagigal.
La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife colocó un busto y una placa a don Alonso de Nava y Grimón, VI Marqués de Villanueva del Prado, en el bicentenario de la Sociedad (1777-1977). Este monumento es obra del escultor lagunero Fernando García-Ramos (La Laguna, 1932-2024).
MONUMENTO AL POETA TABARES BARTLETT
La plaza llegó a tener una fuente, donde hoy está un pequeño jardín y un monolito de mármol con el busto del poeta nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1850, don José Tabares Bartlett. Esta obra del escultor canario Francisco Borges Salas, del que fuera también alcalde de La Laguna, diputado provincial y secretario de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, fue instalada en 1922 por iniciativa de los estudiantes laguneros y sufragada de forma popular. El poeta Tabares Bartlett falleció en La Laguna en el año 1921, sus restos mortales descansan en el cementerio de San Juan, en el sepulcro paternal y filial con su hijo, fallecido cuando solo contaba 19 años, y su esposa doña María de los Dolores Tabares y Nava.
En el frontal del monumento que La Laguna le dedica al más importante de los poetas de la llamada Escuela Regionalista, está grabado una parte de su poema más conocido, y que era visita obligada para su lectura por los estudiantes de bachillerato, del cercano Instituto de Canarias (hoy, Cabrera Pinto):
Tener para la ofensa recibida/pronto perdón, olvido para el daño;/y siempre exento de maldad y engaño/llevar la frente por el mundo erguida.
En el otro extremo de la plaza, más próximo a la iglesia de La Concepción, se instaló un monolito de piedra de tres metros de altura en el año 1964, con el escudo de la Ciudad y con los títulos de Fiel e Ilustre Historia, que le fueron concedidos a la misma por el consejo de ministros en ese año, según dictamen de la Real Academia de Bellas Artes, que se suman a los de Noble, Leal y Patrimonio de la Humanidad.
Junto a este monolito, el Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna colocó en septiembre del año 2012, una placa dedicada a los heroicos soldados enviados por la Junta Suprema de Canarias a defender la patria durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). El Batallón de Infantería Ligera de Canarias y la Brigada veterana de artillería de Canarias. La Laguna.
Alrededor de la plaza se conservan edificios y viviendas de gran valor arquitectónico y de diferentes estilos. En uno de ellos se encuentra actualmente la empresa municipal de vivienda Muvisa.
Las actuaciones del Plan Especial de Protección del Centro Histórico de La Laguna, aprobado en el año 2000, modificaron totalmente el espíritu romántico de este bello rincón lagunero, eliminando los antiguos bancos de piedra, las antiguas farolas y, sobre todo, recortando los espacios dedicados a las flores.